La importancia del Equilibrio Hormonal I: Estrógenos Vs Progesterona
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ABRIMOS LA CAJA DE PANDORA Y REBELAMOS TODOS SUS MISTERIOS
Este es el primero de una serie de 3 artículos en los cuales vamos a explicar todo lo que es necesario saber para lograr este valiosísimo equilibrio hormonal y comenzar a disfrutar con plenitud de tu cuerpo y de los placeres del ciclo menstrual.
Lo primero que debemos aprender sobre nuestros cuerpos es que los diversos ciclos hormonales que nos mantienen con VIDA son coordinados desde nuestra gran torre de control: el cerebro. Este órgano está compuesto de una deliciosa mezcla de tejidos esponjosos, líquidos y membranas entrelazadas que se comunican gracias al compuesto más importante de todos: la energía. Impulsos electromagnéticos constantes son los encargados de mantener en funcionamiento nuestra torre de control, de aquí que una persona se siente físicamente agotada puede afirmar que “no tiene fuerza ni para pensar” porque pensar también consume energía vital.
En el área central de nuestro cerebro se encuentran las dos estructuras en las cuales nos vamos a centrar: la glándula hipófisis o pituitaria y el región del hipotálamo. Ambas están a la altura de las cejas y la sien, en el meridiano del tercer ojo o sexto chakra y en una armoniosa conexión con la puerta hacia la conexión espiritual o séptimo chakra, en esa parte de la cabeza denominada popularmente como “la coronilla” un nombre que encuentro absolutamente acertado.
Ahora cierra tus ojos por un minuto e intenta visualizar esta zona, llena de laberintos y caminos, de luces y sombras, de espacios y vacíos.
El trabajo de la hipófisis y del hipotálamo consiste segregar las sustancias necesarias para en estimular la producción de los estrógenos y la progesterona en los ovarios. Si analizamos el ciclo menstrual como un proceso orgánico que se divide en cuatro fases principales podemos entender la importancia de que la segregación de estas hormonas se haga de manera equilibrada.
En la primera y segunda fases del ciclo menstrual, es decir durante los días de sangrado y pre-ovulación, las hormonas que predominan son los estrógenos. Los niveles de estrógenos van disminuyendo gradualmente a la vez que los niveles de progesterona comienzan a subir a medida que se acerca la mitad del ciclo -aproximadamente el día 14 para los ciclos de 28 días- son estas variaciones las que hacen que la ovulación y todo lo que ella comporta sean posibles, estamos hablando de la fertilidad física (posibilidad de embarazo) e intelectual y de los diversos procesos sexuales y creativos femeninos.
A partir del momento central del ciclo -la ovulación- los altos niveles de progesterona que circulan por nuestro cuerpo nos permiten experimentar intensos momentos de expansión y placer. La aceleración del metabolismo energético desencadena impulsos electromagnéticos que recorren todo el cuerpo, haciéndonos sentir más vitales, más productivas, con ánimos para resolver asuntos pendientes y dejarnos guiar por la ilusión hacia nuevas empresas y proyectos. Nos sentimos llenas de confianza, certeza, alegría y placer.
Así como las olas van y vienen de la orilla del mar, los niveles de progesterona y de estrógenos varían a lo largo del cada ciclo. La caída de la progesterona hace posible el desprendimiento del endometrio en forma de sangrado menstrual y es entonces cuando el ciclo de la VIDA vuelve a comenzar.
La danza entre los estrógenos y la progesterona es armoniosa y sutil. Está estrechamente relacionada con los impulsos electromagnéticos generados por las emociones que experimentamos día a día, por la energía que recibimos de la alimentación y por los periodos de descanso y recuperación. Las zonas que rodean la parte central de nuestro cerebro, donde visualizamos la glándula de la hipófisis y del hipotálamo, conforman el sistema límbico y es allí donde se forman y gestionan nuestras emociones y sentimientos. Así que todo lo que experimentamos a nivel emocional forma parte del constante fluir de impulsos electromagnéticos que influencian y determinan nuestros ciclos hormonales, nuestra fertilidad y nuestra sexualidad.
Diana Pinzón
Escritora - Investigadora.
Educadora Menstrual y Sexual.